lunes, 20 de agosto de 2012

Ayer a todos nos costó dormirnos. A mí en realidad porque apagué la luz a las diez y di vueltas. A eso de las doce llegó D, de su show, y quería charlar. Hablé lo que puede pero seguí sin conciliar un sueño profundo. Al rato bajó a hacerse algo de comer a la cocina, cuando volvió me dijo que habían sido unos tacos. Solo él tiene las pilas de cocinarse después de medianoche. Cuando me pasa de tener hambre nocturno como lo que sea del tupper o cuchareo el frasco de nutella. Eso pasa bastante seguido y se nota en cómo me queda la ropa y el número que indica la balanza.

Los chicos estaban emocionados y nerviosos por el comienzo de clases. Tita por fin empezó primer grado, un año y medio después de lo que le correspondía. Estaba feliz, entusiasmada y excitada. Simón estaba contento de volver a ver a sus amigos. Después de quedarme un rato en el salón de Tita, viendo dónde se sentaba, cómo iban llegando sus amigas y hablando con algunos padres y la maestra, fui a buscar las calificaciones del Coco. Su 9.70 de promedio en Español me sorprendió gratamente. D no se pudo levantar, la idea era que fuéramos todos pero estaba molido. Supongo que con mi presencia es suficiente. Saqué fotos y se las mandé a madre y a él. Las vio recién cuando le dije.
En la escuela de Milo teníamos cita a las ocho y media para conocer a Jesse, su maestra gringa, rubia y dulce. Bastante entusiasta y simpática también. Él está chocho con su escuela nueva. Mañana ya los busca el camión a los tres.
Despertarme a las seis y cuarto es de las peores cosas que podían pasarme. La escuela me copa, lo único que falla es el tipo de público. Qué pena. Intentaré no seguir dándole vueltas al asunto, creo que no vale mucho la pena. A los chicos los aman y ellos aman su escuela, todos les dan besos y los abrazan (maestras, nanas, guardias, secretarias). Presumo que el amor es más importante a veces que muchas otras cosas. D tampoco va a estar para los parents teacher conference ni para el Back to School Night, bastante beishon pero es lo que hay.
Ahora se está por largar a llover. Debería estar trabajando pero no tengo ganas. Demasiada grisura. A la tarde pensaba ordenar los closets de mis hijos mayores pero tengo una junta en Polanco.
 El finde, cuando lo abracé a Milo y le pregunté, como siempre hago "¿quién te ama?" me vino una ráfaga de tristeza al pensar que está lleno de nenes que no tienen quién les diga eso. Todos deberíamos adoptar a niños que no tienen familia. Sería lo correcto. Ojalá en algún momento tenga la voluntad de hacerlo. Los humanos, incluyéndome, somos tremendamente egoístas.
 Por lo demás, el sábado comimos con los chicos y Lalo y Domi, D trabajaba, ellos se llevaron a los chicos al mall y yo descansé un rato. El Cymbalta me produce unas jaquecas espeluznantes. Después pasé por lo de Lucila y a la noche fuimos al cumple de María José. Me subí al toro dos veces y todavía estoy pagando las consecuencias. La fibromialgia y ese tipo de actividades no son compatibles.
Ayer compramos mucha ropa para el comienzo de clases y después bajamos a comer, nuevamente con los Del Águila-Bedel, a Belmondo. Después la tía Domi les hizo una copa con helado de frutos del bosque, dulce de leche y chocolate rallado. Cada vez que Acachu me dice Juli (en una forma que es imposible de reproducir con grafemas) me derrito un poco. D ya se había ido a trabajar para esa altura.
¿Qué más? Nada. Ah sí, vino Mili y me hizo compa mientras transcurríamos lo que quedaba de tarde pre comienzo de clases. Y con Eva no logramos vernos pero prometió por su nombre que de esta semana no pasaba.
La vida cultural se las debo.

2 comentarios:

  1. Te leo desde hace tanto tiempo...
    Me da tristeza pensar en que a las mujeres nos pasa algo muy jodido: tarde o temprano, con la maternidad, renunciamos a nosotras. La vida profesional de nuestros compañeros cada día cobra más fuerza, los hijos crecen, el mundo se sigue moviendo y nosotras permanecemos fijas como espectadoras de la vida de los otros.
    Me duele leerte, aburguesada y apática. En ti veo a mi madre, a muchas de mis amigas, me veo a mi misma.
    Perdona, pero es que el comentario de la adopción me mató. ¿En qué momento las neuronas se remplazan con masivos flujos estrogénicos? ¿ Es que años y años de luchas feministas se vienen abajo en cuanto uno pare el primer retoño?

    En fin...

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  2. Querida, lamento que mi post te despertara esos sentimientos. La verdad es que yo no me siento una persona apática para nada, trabajo, me ocupo de mis hijos, veo amigos, hago cursos. Tengo 35 años y 3 hijos, no sé qué más debería estar haciendo, la verdad. El feminismo me interesa bastante poco. Creo que a esta altura del siglo funciona para estratos sociales en los que las mujeres de verdad están sojuzgadas y son maltratadas, cosa que no es mi caso ya que en todo lo que hago hay elecciones detrás. A veces podré quejarme pero también podría cambiar y hacer lo que se me cantara pero elijo ocuparme de mis hijos aunque a veces me resulte pesado porque creo que es lo mejor que puedo hacer en este momento. En cuanto a la vida cultura, confío en que ya volverá. Y las drogas y el rock and roll, en este momento me dan fiaca de solo pensarlo. Besos

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