viernes, 17 de mayo de 2013

El silencio necesario. Por nada. Porque sí. Porque hay poco para decir.

Hoy se murió el hijo de puta de Videla. Ojalá esta muerte pacifique ciertos espíritus. Aunque no sé por qué habría de hacerlo. Que se pudra en el infierno.

Paso un viernes casero, aburrido, solitario. Un viernes más. Un viernes menos.

El silencio es necesario. A veces. La vida no me da motivos de queja. Así que no me quejaré. Que todo siga su curso.

Voy a checar mi mermelada de ciruelas.

Seamos felices todo lo que podamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario