sábado, 16 de marzo de 2013

Qué fastidio todo. El papa argentino, la reina de Holanda, la crispación, las opiniones extremas de un lado y del otro. Dios, dios. Demasiadas noticias para tan pocos días. Demasiada presión para conectarse con "la realidad". Conectarme. Desde chica soy hiperconectada, con el entorno, con los sujetos, conmigo misma. La hiperconexión tiene altos costos. Como la hiperconciencia. Pero volvamos al fastidio, a mí fastidio: aquellos que se toman demasiado en serio. A ellos mismos, a la vida. Ay esa gente. Ay, aquellos que creen que de verdad hay una sola manera de hacer las cosas. O dos. Aquellos que sienten que tienen "la verdad". Que de verdad la vida hay que vivirla de una determinada manera. Y no hablo de religión, tan en boga en estos días, con este papa nuevo, sudamericano, austero, que se sale del protocolo, posiblemente procecista. No, hablo de otra cosa: hablo de aquellos que se sienten progres, que creen que son amplios de mente y solo miran lo que hacen los demás. Así como tengo baja tolerancia a la gente sin sentido del humor, me repliego al cien por ciento antes los resentidos, los que acumulan suciedad en su interior mirando más hacia afuera que hacia adentro. Lejos de uno, lejos de todos. Los resentidos, los farsantes, los impostados. Los creídos, los altaneros, los aburridos. Si a veces puedo ser una muerta en vida sé que nunca pero nunca jamás voy a mirar para el costado. Tal vez en mi casa de origen se hizo en exceso, en algún momento del paleolítico. Tal vez es a eso a lo que le escapo. O tal vez no, nada que ver.

Entretanto, en México city no hay sol, a pesar de que la gracia de esta ciudad es su clima. Hace frío, está húmedo y solo dan ganas de quedarse en la cama leyendo, mirando pelis y comiendo rico. Como D trabaja todo el día y se llevó a hijo mayor, yo iré con hijos menores a cumpleaños de hijo de conocidos que temo me hayan invitado por compromiso pero que igual me viene bien. A veces hay que adentrarse en terreno enemigo. Es difícil con este tiempo pero lo haré. Si algo me caracteriza es ser aguerrida. A mi pesar.

En fin. La vida pasa, poco queda. Solo la voluntad de que el debe sea más que el haber la mayor parte del tiempo posible.

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