lunes, 21 de octubre de 2013

¿Y este entusiasmo blogueril? Medio cualquier. Medio que está bien. Aunque los tópicos se repiten porque uno es uno, uno uno uno, siempre el mismo, siempre distinto, siempre igual.

Caigo. Desperté 6.20am, despaché pibes, volví a la cama, garché, me vestí, desayuné, hice 55 de aeróbico, sauna, baño, Polanco para junta, pasé por la oficina, hice salmón a la parrilla para kinder, D y yo, pasé a buscar a Milo, lo llevé a natación, lo dejé, recogí a Coco, lo llevé a tenis, fui a Costco, acabo de volver, lo busco a Coco, lo dejo acá y me voy a la Roma al taller. El sueño que me da escribirlo no tiene nombre. 

La falta de encanto de mi vida es total. Pero supongo que como todas las vidas. Mañana tendré que trabajar bastante, me dan pocas ganas. Quisiera hacer la plancha hasta enero. Encima: el clima. Un huracán arruina el sol. A pesar de esta contentez endémica, mi espíritu nunca tiene resto para la grisura. ¿Quién lo tiene? Aquellos afortunados a los cuales el clima no los afecta: dichosos ellos. A mí sí. Mucho. Me condiciona y/o me determina. 

Me voy. 

¿Cuánto durará?

No hay comentarios:

Publicar un comentario